La nueva regulación del servicio del hogar familiar va a visibilizar a todas las personas que trabajan como empleadas de hogar, un colectivo que se ha movido tradicionalmente dentro de la economía sumergida y que ha sufrido consecuencias como no poder acceder a una plaza de guardería, no acceder a la desgravación fiscal establecida por menores a cargo y por trabajo o no poder pedir un préstamo por no tener contrato. Asimismo, permitirá dar una mayor valor social a un grupo de personas trabajadoras "clave en el sostenimiento de la marcha de un país, y sin embargo el que menos se valora", según la directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM). Ampliar noticia